
Surgió movilizándose para la crisis del precio del trigo, a principios de año. En poco tiempo se abrió camino como el buen arado que surca la tierra, instaló un relato sólido a favor de los productores. Le ‘tocó la oreja’ a la SNA, ha desnudado la ignorancia en materias agrícolas del ministro Esteban Valenzuela y se ha erigido como un bastión antidistorsiones. Agricultores Unidos surgió como protesta frente a los abusos de los poderes compradores y terminó afianzándose como la asociación gremial más representativa del agro nacional. Conversamos con su presidente, Camilo Guzmán, en el marco de la Cumbre del Agro.
Ustedes han denunciado permanentemente que el mercado agrícola adolece de distorsiones. Las autoridades evitan reconocer esta realidad y el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) recién hoy reconoció reconoció la importancia de trabajar para asegurar un mercado sin distorsiones. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Quiero comenzar agradeciendo a Antonio Walker por atreverse a reconocer, en la Segunda Cumbre Agrícola del Sur de Chile, la necesidad de asegurar un libre mercado sin distorsiones. Sería importante que la SNA se una a nosotros y hagamos un bloque común para enfrentar las distorsiones de mercado y los abusos de posición dominante de los agroindustriales. Este es un paso crucial para abordar los problemas que afectan a nuestra agricultura.
¿Podría explicarnos un poco más sobre la situación actual del agro y los desafíos que enfrenta?
Desde niño he sido testigo de cómo año tras año se organizan reuniones y debates en torno a la agricultura en nuestro país. Sin embargo, lo único que he observado es que la situación no mejora; solo empeora. Nadie parece dispuesto a atacar el problema de fondo: el abuso de posición dominante en la agroindustria. La seguridad económica, social y pública de nuestro país depende de un mercado sano y justo. Lamentablemente, estamos atrapados en un sistema lleno de distorsiones y abusos que perjudican a nuestros agricultores y a la sociedad en general.
Hace un par de meses, Fernando Medina, de Agrícola Central decía en una reunión de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados que lleva más de 15 años trabajando sobre lo mismo y la situación no cambia, sigue igual. Esto en algún momento se tiene que acabar y ese momento ya llegó. Ese es el gran desafío.
¿Cuáles son algunas de las consecuencias de estas distorsiones en el mercado?
Un mercado distorsionado, donde el poder de compra está concentrado en unas pocas manos, jamás permitirá alcanzar la seguridad económica que tanto anhelamos. Los subsidios, que se presentan como soluciones temporales, solo terminan siendo una carga para el Estado y para los más pobres. Lo hemos visto claramente en la industria frutícola, donde los problemas asociados a la inmigración descontrolada han saturado nuestros servicios públicos y contribuido a aumentar la delincuencia.
El ministro Álvaro Elizalde dijo hoy en la Cumbre Agrícola que la agenda de seguridad del Estado apunta en tres direcciones, seguridad económica, seguridad social y seguridad pública. Nosotros como productores estamos dentro de la agenda económica, indudablemente, pero ese supuesto trabajo del Estado no se ve reflejado en la realidad.
¿Qué medidas considera necesarias para solucionar estos problemas?
Es fundamental que se implementen medidas concretas para terminar con las distorsiones de mercado y asegurar que todos los sectores puedan operar en condiciones de igualdad y justicia. Necesitamos favorecer el desarrollo de productores que generen empleos permanentes y con ingresos adecuados, para no continuar con el asistencialismo que perpetúa los problemas. La solución no está en seguir socializando los costos y privatizando las utilidades, permitiendo que ciertos grupos capturen al Estado para proteger sus privilegios y así evitar la competencia. Es imperativo que se ponga fin a estas prácticas que solo benefician a unos pocos en detrimento de la mayoría.
Probablemente la salida es legislativa, porque hoy la ley es mala y permite las distorsiones o sencillamente hay ámbitos no regulados. Por eso, invito a todos los actores involucrados a hacer algo y eso incluye al Congreso.
¿Ese es un mensaje para las autoridades?
Por cierto. Como Presidente de Agricultores Unidos, hago un llamado urgente a nuestras autoridades y a todos los actores involucrados a tomar acciones decididas y efectivas para abordar estos problemas de raíz. La solución pasa por regular y controlar los abusos de posición dominante en la agroindustria, asegurando un mercado justo y competitivo que beneficie a todos los chilenos.
Además, invitamos a la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) a trabajar con nosotros para darle un cambio histórico a la agricultura tradicional chilena. Hay que recordar que todos los agricultores somos importantes y que la fruta no es el único rubro. Además, parte de nuestra razón de ser es trabajar por la futuras generaciones de productores, que no pasen por las penurias que nos han tocado a nosotros.