
Por En-Off
La situación en torno al ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, y su vinculación con el polémico abogado Luis Hermosilla ha generado revuelo dentro de Chile Vamos, particularmente en la UDI y RN. El caso Hermosilla, que implica delitos graves como soborno y lavado de activos, ha develado la relación cercana y las transacciones financieras entre Chadwick y Hermosilla, lo que ha puesto en jaque a la centro derecha.
En específico, se reveló que Chadwick recibió cerca de $190 millones en depósitos desde 2020 hasta 2023, los cuales fueron justificados por el ex secretario de Estado como pagos por trabajos jurídicos. Sin embargo, la fiscalía ha cuestionado la procedencia de estos fondos, señalando que podrían provenir de operaciones ilícitas vinculadas a la empresa de factoring Factop, involucrada en la emisión de facturas ideológicamente falsas.
La defensa pública de Chadwick por parte de dirigentes de la UDI y RN, como Guillermo Ramírez y Rodrigo Galilea, ha sido vista como un movimiento estratégico para proteger la imagen del partido, aunque ha generado incomodidad entre algunos miembros de la coalición que temen un impacto electoral negativo. Estos temores se intensifican ante la posibilidad de que salgan a la luz más pruebas que puedan vincular directamente a Chadwick con los delitos investigados.
Además, la amistad entre Chadwick y Hermosilla, que data de hace muchos años, ha sido detallada en diversas conversaciones y encuentros privados, lo que complica aún más la posición del exministro. Esta relación personal, sumada a los cuestionamientos sobre la legalidad de los pagos recibidos, ha desatado un debate interno sobre hasta qué punto la coalición debe apoyar a una figura tan controvertida en medio de una investigación judicial en curso.
La preocupación en Chile Vamos es palpable, ya que el caso podría tener repercusiones significativas no solo para Chadwick, sino también para la imagen de toda la coalición, especialmente en un año electoral. La falta de una estrategia clara y unificada dentro del bloque para abordar la crisis ha evidenciado las divisiones internas y el temor a las consecuencias políticas de este escándalo.
En la centro derecha, el respaldo a Andrés Chadwick está lejos de ser unánime y ha abierto un delicado debate sobre la responsabilidad individual y el daño potencial al partido en medio de un escenario judicial complejo y en evolución.